29 de abril de 2009

Encierro por influenza

El tema está más que choteado. Pero aquí en mi encierro dentro de burbujamorelos (Universidad de Montemorelos) he descubierto que al final no hay mucha diferencia. Todo sigue igual, na más con gente más loca caminando por el campus con tapabocas.

Imagínense que el primer día que nos enteramos que este encierro comenzaría por haraganear sin clases, la gente se volvió paranoica y no se apartaron del televisor ni un momento. Las noticias: las mismas. Con la misma información una y otra vez. Muchos se sintieron en alguna película hollywoodense en la que un virus dejaba desolada la tierra.

Ya muchos alumnos regresaron a sus casas para disfrutar de estas vacaciones obligadas. Los que nos quedamos en este encierro seguimos con las actividades normales de un domingo eterno. Si acaso me levanté temprano a estirar el cuerpo porque tanto sedentarismo acabará con mi ánimo. Cine permanencia voluntaria comenzó desde temprano y terminó hasta un poco antes de dormir.

Hoy será un poco diferente, la conciencia me dice que debo avanzar un poco con las tareas porque si no, bueno ustedes saben, podría no graduar. Lo único que más me molesta de este simulacro o prevención es nuestro simposio de Proyecto Inc. que se ha tenido que posponer hasta el próximo semestre. También temo que en vez de ser tiempo de provecho es tiempo de vacacionar al estilo pobre: en casa, encerrado, en internet y viendo pasar las horas sin que avancen siquiera un poco más aprisa.

19 de abril de 2009

Tom Hanks en una isla con su balón Wilson. El tipo de la escafandra y su papillon. La cenicienta o quizá un hombrecillo vigilado por el Big Bother. Encerrados sino por voluntad propia, les tengo como hermanos de encierro. De desesperación ante la imposibilidad de hacer con sus vidas lo que mejor les parezca.
Ni un príncipe azul carajo, ja.

9 de abril de 2009

En casa y sin sentir calor

Creo que es ahora cuando comprendo un poco mejor a mi prima araña, cuando se fue al otro lado para no volver. Estoy de regreso en casa y en poco tiempo podrá ser definitivo pero es que ahora no sé si realmente deba regresar.Aunque me duela con el alma admitirlo, en Montemorelos está mi vida. Definitivamente no me quedaré, pero y a dónde me iré.

Quiero irme a Francia, o quizá conseguir trabajo en Monterrey o buscar acá en chilangolandia. Si tienen o conocen de alguna chamba pa mí, avísenme. Me gusta escribir, estudio Ciencias de la Comunicación y me encantaría trabajar en alguna editorial.

¨Deja atrás un camino seco y polvoriento. Olivia lleva caminando un día y parece no encontrar fin a ese infierno. El sol quema y no se avisa ningún árbol que regale un poco de aire fresco. Olivia lleva vaqueros y una blusa amarilla en la que se lee Radiohead, se la regaló su hermano dos meses atrás.
El día anterior había sido fatal. En el bar se pelió con su novio y decidió dejarlo en ese pueblucho. Las vacaciones no habían empezado y ella estaba de regreso intentando llegar a cualquier parte, menos junto a Julían.

Julián no tenía cerebro, es más, no conocía la palabra pensar. Pero era guapo, vestía a la moda, tenía una risa encantadora y además era el centro de atención en cualquier lugar. Conoció a Olivia en un cine viejo en el centro de la ciudad. Julian se enamoró sin saber cómo, cuándo o por qué. Olivia se dejó querer.

Olivia camina sin fuerzas y de repente cruza por su mente que quizá se equivocó. Pero no, ella no puede regresar. Pronto pasará un auto o llegará a algún pueblo. Tal vez Julián la encontrará antes que caiga desmayada, por lo menos eso imagina mientras siente que las piernas ya no le dan para más. Finalmente Olivia cae en medio de la nada, repitiendo en voz baja alguna frase incoherente.

Una semana después Julián recibe un llamada telefónica. Es su mejor amigo preguntándole si sabe que Olivia murió. Julián cuelga y continua durmiendo¨.