13 de junio de 2010

La cara envejecida de una historia que gira en círculos

Te recordé y me dolió el recuerdo. La melancolía de los días de antaño me dolieron en esa parte empolvada del corazón. El tiempo se ha encargado de colocar cosas encima de ese recuerdo y desempolvar de vez en cuando suele doler.

No he podido sacarte o extirparte porque esos recuerdos son tejido, músculo, sangre. Decidí no odiarte más, no guardarte rencor (fue lo único que me mantuvo lejos y me permitió olvidar), necesito perdonarte para continuar.

Viniste como una imagen palpable hace un par de días y no te pude decir adiós.