Esto de ser periodista de la vida propia es harto cansado o quizá tiempo perdido, pero lo más trágico de no serlo es perder la propia existencia en el olvido.
Para menos detalles estas tres líneas: me siento perdida. Es una condición casi permanente pero se acentúa cuando grandes cambios vienen a posarse en la rutina. Así que no basta con el cambio de estar en casa para siempre sino que hay cosas que todavía no se resuelven, como la maldita Tesis. Para colmo, los cambios no parecen terminar, quizá me vaya a Colombia. «Que una nueva experiencia, que cosas así no se ven todos los días», pero el cambio lo voy a tener que aguantar yo.
No me quejo, pero hay cosas que quisiera cambiar y no puedo, como esta soledad que no me abandona y auque me cambie de país, no podré cambiar esta situación. El vacío, la nostalgia, el deseo que no muere y la esperanza que siempre se presenta, como si fuera una buena compañía.
1 comentario:
Espero que esto que sientes y lo que siento sea sólo una etapa... que las circunstancias (que irónicamente deberían mantenernos saltando de alegría "porque ya terminaste/ estás por terminar tu carrera") sean las culpables de este cambio que sigue siendo proceso y no termina de formarse... espero que sea una etapa y no un pegoste que traigo adjunto como chicle que en verano se pega a la suela del zapato.
Espero que la nostalgia y el ardiente deseo de regresar (o de avanzar mucho en un pestañeo) se desvanezcan pronto. No me gusta estar en pausa, y no me enorgullece esta extraña etapa... aunque todavía me falta una materia, me siento "pasante" más por lo que suena, que por lo que en realidad es. Voy pasando... sigo pasando... pero no llego ni me voy. Y el mundo sigue girando con la emoción de una nueva universidad, un nuevo curso, nuevas materias, cuadernos, plumas, novios, profes. Y en pasante-landia todo sigue en pausa, sigue asomándose un "ya casi"... un "tal vez". Ya me pasé de largo en mi comentario. L pondré como post de uan vez. Te amo carinhito!!
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