29 de enero de 2008

Por que hay que continuar...


Las vacaciones son una pausa que invita a detenerse, y qué terrible es volver a la rutina de siempre, simplemente porque esa es la vida: caminar en los mismos pasos y con la misma fuerza. Este vaivèn es, más que aburrido, doloroso.
Pero aquí estoy, con miedo y con desgano, como si el viento estuviera a punto de soplar y llevarme en sus brazos, para vagar por el cielo y descifrar el lugar donde descansa la risa.
-parecen las nubes cristales que no hieren sino que hacen que mi boca sonría.

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