
Los días deberían ser felices en estas fechas pero es cuando más solitaria se siente el alma de millones. Heme aquí con mi familia y entre risas y chismes sólo veo la soledad encalacada.
Detrás de las felices fiestas existen cobijadas en la manta de mentiras la infelicidad, el corazón desecho y anhelante, esperando que el siguiente año todo sea igual o con la maldita esperanza de algo mejor.
Para estas fechas de esperanza te dedico este poema:
"Diuturna enfermedad de la esperanza, que así entretienes mis cansados años, y en el fiel de los bienes y los daños, tienes en equilibrio la balanza.
¿Quiién te ha quitado el nombre de homicida?..no lo haces tú por conservar la vida, sino por dar más dilatada muerte".