21 de junio de 2008

Lo imposible.

Como si el silencio fuera imposible. Claro, el silencio existe con su inexistencia. Pero en esta ciudad no parece existir. Porque el ruido, que sí existe, no deja vivir a este otro ser inexistente. Pero el punto no es si puede o no, o si es o no. Aquí lo importante es que le necesito.
Necesito de esa nada silenciosa para poder pensar un poco. Sí, pensar en algo más que no sea el necesitar de silencio para pensar. Estoy tirada en la cama esperando que llegue para así comenzar a cavilar. ¿En qué? En otra cosa que no sea en la gran necesidad que tengo de silencio.

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