9 de octubre de 2008

De trancasos, moretones y guantes blancos (según Iver)

La falda o el pantalón.
Hace ya mucho que traemos ese tema, por mil y un razones. Simplemente que quisimos poner por escritos muchas cosas que hemos discutido entre nosotras, intentando responder por qué deberíamos finalmente convencernos que lo mejor es utilizar falda y, por supuesto, uniforme.

¿Movimiento? No, por supuesto que no. No somos un movimiento, eso es demasiado. No es un grupo con una tendencia rebelde, ni un alzamiento, ni desarrollar o propagar una tendencia. No se trata de eso. Se trataba de escribir. No es un comentario al azar, han pasado tres años suficientes (creo) para intentar entender qué sucede. La universidad es buen lugar para hacer análisis de su gente, de cómo se comporta, cómo vive, cómo piensa, cómo se divide, etc. Este tema es un pequeño resúmen de algunas observaciones, mías obviamente.
Como dice Iver, toda persona puede opinar lo que quiera, porque todos vemos diferente.

Si utilizara el método de historia contrafractual y entonces se me permitiera una segunda oportunidad no permitiría publicarme lo que escribí. No se trata de retractar, ni de pelear, ni de crear una campaña campal. Pero tengo que decir: nuestro ambiente universitario no está preparado para esta discusión pacífica de ideas.

No quiero pelear, ni argumentar simplemente para ganar ni mala ni buena fama, ni pa hacer cumplir mis posturas, ni nada de eso. Primero, quiero pedir disculpas a los ofendidos, nunca fue ese mi propósito (nunca lo pensé y me atormenta pensar en el error que pude haber cometido). Segundo, quiero pensar que hay cosas más por explicar, cómo es que la identidad tiene todo que ver con las instituciones y cómo esta identidad puede o no anular la individual. O hablar de la diferencia entre identidad institucional e individual o cómo la ropa involucra todo un análisis de la personalidad etc.

Mis más sentidos pésames a mí misma, porque ahora me veo atada de manos y de cerebro y de palabras y de espacio y de ganas y de ganas y de conflicto ético profesional porque la líea es tan delgada y hasta indefinible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Respira profundo. Es parte de hacerse responsable de nuestras letras, no? Creo que lo has hecho bien.Un abrazo, nena.

Zaraí dijo...

hey tranquila, no debes de limitarte por una crítica, esto es lo que nos espera cuando "salgamos" al mundo real, pelear (guante blanco) y defender lo que creemos y pensamos, para esto nacimos y por esto y de esto viviremos.
Contestate muy bien a aquella crítica. un beso y abrazo