24 de marzo de 2009

El hombre de botas que perdió sus estrellas

Música country de fondo, un poco de melancolía porque la chica que canta ha perdido a alguien. La verdad no importa mucho su dolor sino que es una tonadita soportable y relajante.

Se lee en el periódico que las estrellas no existen, porque durante su formación giran cada vez más rápido, hasta alcanzar la velocidad a la que se desgarran y se destruyen. Otra mala noticia, así son todos. Ahora también se destruye la ilusión, la esperanza, el romanticismo de las noches con su luna rodeada de falsas e inexistentes luces en el cielo.

Lost someone, sigue sonando mientras el hombre que lee el periódico en la esquina del bar sigue afligido porque sus estrellas nunca existieron. Levanta la mirada y nadie lo observa. Una lágrima sale de su cuerudo y arrugado rostro. Deja el sombrero sobre la pequeña y redonda mesa. Se seca las lágrimas con la manga de su camisa de cuadros rojos.

Ahí va otro trago y resuelve tirar el periódico en un bote cercano. La canción ha terminado, la chica se marchó del escenario con su dolor arrastrando. El hombre sale del bar y deja solamente la mesa mojada, empapada, escurriendo de agua salada. Se ven las botas del hombre salir sin ganas de seguir creyendo ya en nada.

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